Muchas veces, dado al ritmo de vida que llevamos, no nos permitimos descansar de una manera efectiva, manteniéndonos en constante tensión física, con una respiración superficial y bloqueados.
En pocas palabras, de nuestras preocupaciones y relajar nuestro cuerpo y mente, mas aun en la situación actual de incertidumbre constante sobre el mañana.
¿Cómo actuar antes el estrés y ansiedad derivados del día a día?
Mantener organizadas nuestras actividades nos ayuda mucho y disminuye la sensación de agobio. Por ejemplo programar la comida semanal, destinar un tiempo específico a los deberes del hogar y estudios, incluyendo horarios de comida, sueño y ocio.
El ejercicio en este caso nos ayuda mucho, ya que nos aporta energía, nos ayuda a drenar toxinas y a regular nuestras horas de actividad y descanso.
No nos olvidemos de la meditación. Aunque no todos la practicamos, cada día hay más personas uniéndose a un estilo de vida en donde la gestión de sus pensamientos, ser consciente y estar presente, juegan un papel fundamental.
Otro método que tenemos a mano para conseguir relajarnos es recibir un masaje
Ya habrán escuchado un montón de beneficios del masaje a nivel fisiológico, como lo son la mejora de la circulación, recuperación de elasticidad, reducción de tensión, oxigenación de los tejidos blandos, alivio del dolor, entre muchos otros.
Esto se ve reflejado positivamente a nivel emocional y psicológico, dado que se liberan endorfinas, encargadas de reducir el dolor y proporcionarnos bienestar, restableciendo el equilibrio de nuestro cuerpo y mente.
Bien sea con finalidades relajantes o terapéuticas, un masaje siempre será un momento que estamos apartando solo para nosotros mismos y este acto de anteponer nuestras necesidades a nuestros deberes, ya nos genera una sensación de gratitud y bienestar.
Estudios clínicos han demostrado que los masajes son beneficiosos para nuestra salud mental y han sido recomendados en casos de ansiedad y depresión.
Inicialmente el masaje nos ayudará a regular el ritmo cardíaco, ralentizar y profundizar nuestra respiración, facilitando la capacidad momentánea de aislarnos de nuestros pensamientos y otorgándonos una sensación de equilibrio físico y claridad mental, que se prolongará una vez finalizado el masaje.
Por ejemplo, quienes sufren enfermedades como artritis o artrosis, comúnmente se sienten deprimidas y desanimadas, dada la rigidez en sus movimientos, el continuo dolor y creciente disfuncionalidad de las articulaciones. Los masajes terapéuticos ayudan a recuperar la flexibilidad y generan desfribrotización de los músculos y tendones, ayudando a recuperar un poco su rango articular, brindándole a los pacientes alivio del dolor y una satisfacción por las mejorías presentadas, animándoles en su día a día.
Esto aplica también para personas con dolor constante de espalda o articulaciones, que no presentan grandes mejorías, ya que su actividad laboral y una mala educación postural, son las que generan estos síntomas.
En resumen, el masaje tiene un efecto calmante sobre el sistema nervioso, reduciendo la ansiedad y los síntomas corporales debidos al estrés.
Aumenta la flexibilidad y percepción corporal, es energizante y mejora el estado de ánimo.
Reduce el insomnio ocasionado por el estrés.
Aumenta nuestra conexión cuerpo-mente, dándonos una perspectiva más amplia y clara de nuestros pensamientos.
Ayuda a liberar emociones, generando una sensación de calma que nos ayuda a retomar nuestras actividades de una manera mas consciente.
La terapia del masaje no es una cura para la ansiedad, estrés o depresión, pero sí es una excelente terapia de apoyo, ya que nos ayuda al aliviar sus síntomas significativamente.
Y tú… necesitas un masaje?
No dudes en comunicarte con nosotros y te asesoraremos sobre el masaje o terapia que se adapte mejor a tu situación
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